Chorro de ciervos
Mientras vienen a arreglar el sonido
mientras vienen a cubrir de sombra mi respiración
o traen un espejo
para que me pare delante
con 168 centímetros de estatura
peinado y con cuello de filigrana bordada
y veo un tren con sus amplios raíles
acelerando ahora en mi garganta
mientras quieren mostrarme a un hombre
sentado tras un escritorio
recolocándose unas gafas
trayéndole el viento sus sueños
junto a este chorro de ciervos
junto a este rato que paso con Mir Hazar
junto a este cauce
junto a este viento que ha pasado entre ajorcas de mujeres
que ha pasado por collares de palomas
y ha desbordado la montaña
y ha enmustiado
ha enmustiado, ha escuchado el canto de todos los fracasados
y se ha dirigido hacia mí
en esta exposición de pintura y caligrafías
hacia estas voces desnudas
que se unen en la extensión de la cornamenta de los ciervos
o en el preciso instante en que el tren se entreteje en sus ojos
junto a mí, precipitado desde los vagones
al detener su automóvil
al caminar
los últimos pasos de su vida
muy
muy
despacio
y detenerse en la exposición
con una luz cautivadora posándose en el fondo del vaso
—–
llega alguien
y desenchufa el televisor
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Traducción: Manuel Llinás